
Ayuda para los cristianos perseguidos
Jesucristo dice::
„Si me persiguieron a mí, también os
persiguirán a vosotros.“
(La Biblia: Juan 15, Versículo 20)
En todo el mundo, las personas que profesan a Jesucristo son perseguidas, amenazadas, maltratadas, asesinadas y excluidas de la vida social por su fe y por el anuncio del mensaje de salvación.
Los países sometidos a un régimen totalitario musulmán o socialista se encuentran entre los países con el mayor número de cristianos perseguidos. La persecución en estas áreas a veces se lleva a cabo de una manera inimaginablemente brutal, y todos estos crímenes son tolerados en gran medida tácitamente por el gobierno federal, así como por la alianza occidental.
Si bien existe (todavía) libertad de religión en este país, el asesinato y la discriminación contra judíos y cristianos son parte de la vida cotidiana, especialmente en países como China, Arabia Saudita o Irak. Aquí hay un mapa con todas las áreas en las que los cristianos son perseguidos:
https://www.opendoors.de/christenverfolgung/weltverfolgungsindex/weltverfolgungsindex-karte
El número de afectados aumenta constantemente y se extiende por todo el mundo. El odio ciego e infundado hacia los cristianos suele tener una motivación puramente ideológica. Pero a pesar de la represión y el acoso estatal y religioso, muchas de estas personas profesan su fe y la verdad, aunque les cueste la vida, tal como lo hicieron los primeros cristianos, que también soportaron persecución por su fe en Dios y Jesucristo.
Jesucristo dice::
„En cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aún a los más pequeños, a mí lo hicisteis.“
(La Biblia: Mateo 25, Versículo 40)
Te pedimos, querido lector, ayuda para nuestros hermanos y hermanas en estos estados, que trabajan
por el bien y el bienestar de otras personas en
constante riesgo de muerte.
A continuación se muestra una lista de organizaciones que brindan donaciones a cristianos perseguidos
en todo el mundo.
Te damos gracias en el nombre de nuestro Señor Jesucristo por tu ayuda. Jesús promete que Dios de ninguna manera dejará sin recompensa el apoyo
de quienes le pertenecen.
Jesucristo dice::
„Y cualquiera que como discípulo dé de beer aunque sólo sea un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, en verdad os digo que no perderá su recompensa.“
(La Biblia: Mateo 10, Versículo 42)
Que Dios recompense generosamente a cada donante por su ofrenda.