
¿Quien es Dios?
„Antes de que los montes fueran engendrados y nacieran la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios.“
(La Biblia: Salmo 90, Versículo 2)
La Biblia describe a Dios como el único, viviente, todopoderoso y omnisciente Creador de todas las cosas, que ha existido desde la eternidad. Todo es creado por Dios y todo existe a través de él, tanto lo visible como lo invisible, lo material y lo inmaterial. Es él quien da la vida y su orden a todo y quien lo mantiene. El universo y la naturaleza son obra de Dios. Las leyes físicas de la naturaleza también tienen su origen en Dios. Los seres humanos somos criaturas de Dios, al igual que todos los animales, cada uno de los cuales Dios creó según su especie y con múltiples posibilidades de variación genética (ver: "La falsa imagen de Dios - Dios y la ciencia").
„¿Pues quién es Dios, fuera del Señor?
¿Y quién es roca, sino sólo nuestro Dios?“
(La Biblia: 2. samuel 22, Versículo 32)
Dios no es parte del hombre ni producto de la imaginación humana. Dios también es más que una fuerza abstracta en el universo. Dios es un ser real que encarna el amor, la justicia, así como la santidad y la pureza, es decir, el bien perfecto. Esto significa que no hay nada malo en él y que nada malo puede presentarse ante Dios.
Aunque Dios es invisible, se revela a nosotros los humanos como una contraparte personal que influye activamente en nuestras vidas y en lo que sucede en el mundo y con quien podemos tener una relación viva. Las personas pueden comunicarse con Dios y experimentar su existencia y presencia, así como su trabajo y acciones en la vida real (ver: "Vivir en la fe").
Esta conexión con Dios forma la base de la vida de todo ser humano. Solo a través de ello nuestra vida adquiere sentido y una base segura. Porque todo lo que somos, todo lo que tenemos y todo lo que necesitamos viene de Dios.
„Compasivo y clemente es el SEÑOR, lento para la ira y grande en misericordia.“
(La Biblia: Salmo 103, Versículo 8)
Además, Dios se nos revela como un gobernante benévolo y misericordioso que ayuda a las personas que reconocen la necesidad por su Creador y que se vuelven a Él con confianza y El las acepta como hijos por la fe en su Hijo Jesús. Así como Jesús llamó amorosamente a Dios "Padre", también
enseñó a las personas a ver e invocar a Dios como su Padre. El amor y la misericordia de Dios se expresan, entre otras cosas, en la "parábola del hijo pródigo", que Jesús narra en el Evangelio de Lucas, capítulo 15, versículos 11-32.
¿Quién es Jesucristo?
„Él es la imagen del Dios invisible (...).“
(La Biblia: Colosenses 1, Versículo 15)
Como ser humano, Jesús reflejó la personalidad de Dios en toda su
plenitud. En él, todos pueden ver cómo es Dios realmente y qué significa
ser a la imagen de Dios. Jesús ejemplificó perfectamente la justicia de
Dios para nosotros los humanos al hacer el bien y actuar de acuerdo con
la voluntad de su Padre en todo momento. A través de Jesús, el reino de
Dios, en el que reinan el amor, la verdad y la misericordia, se hizo
visible para todas las personas. La vida de Jesús y su relación íntima
con Dios Padre sirven de ejemplo. Al mismo tiempo, Jesús llama a todas
las personas a seguir su ejemplo.
Los muchos milagros y señales que Jesús realizó, y que se testifican en los evan-gelios del Nuevo Testamento, al curar sobrenaturalmente los sufrimientos y enfermedades de las personas e incluso resucitar a los muertos, atestiguan su poder y autoridad divinos; asimismo su sabiduría, que sobrepasa toda sabiduría humana. Todas las profecías del TaNaCh hebreo sobre el Mesías (= Salvador) anunciadas por Dios se cumplieron a través de Jesús, lo que también da testimo-nio de su credibilidad y la de las Sagradas Escrituras (ver: "La credibilidad de la Biblia").
„Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.“
(La Biblia: Marcos 10, Versículo 45)
A través de su amor y lealtad a Dios, su Padre, Jesús cumplió la voluntad de Dios en todos los sentidos, convirtiéndolo en la única persona sin pecado. Al mismo tiempo, Jesús realizó el plan de salvación
de Dios al expiar la culpa de todas las personas a través de su vida y muerte, para que todo el que crea en su nombre y se convierta a Dios sea salvo.
Con este fin, Dios resucitó a Jesús de entre los muertos y lo confirmó como el Redentor de la humanidad. Además, Dios transfirió todo poder y autoridad en el cielo y en la tierra a Jesús; también el juicio sobre la gente al final de este tiempo mundial.
Jesucristo dice:
„Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que
tendrá la luz de la vida.“
(La Biblia: Juan 8, Versículo 12)
Jesús da luz y esperanza a los perdidos. Dios trajo la mayor prueba de amor por la humanidad cuando dio a su Hijo para liberarnos del poder de las tinieblas y mostrarnos el camino a la vida. Aquellos que están conectados con Jesús tienen la luz de vida que toda persona necesita.
Jesucristo dice:
„Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.“
(La Biblia: Juan 14, Versículo 6)
Todos los testimonios de las Sagradas Escrituras confirman que Jesús es el Salvador prometido por Dios y que solo en él reside la salvación de la humanidad. Jesús es el camino a Dios y a la vida eterna. Quien acepta a Jesús como Señor y Salvador por fe, es aceptado por Dios.
Los primeros apóstoles, que presenciaron personalmente la vida y el ministerio de Jesús, su resurrección de entre los muertos y su ascensión a Dios y por medio de quienes la buena nueva de Dios se difundió por todo el mundo, testifican:
„Y en ningún otro hay salvación,
porque no hay otro nombre bajo
el cielo dado a los hombres, en el
cual podamos ser salvos.“
(La Biblia: Los Hechos 4, Versículo 12)